Es el gran museo del siglo XXI para dar a conocer de forma didáctica, interactiva y amena todo lo relacionado con la evolución de la vida, la ciencia y la tecnología. En el espectacular edificio diseñado por Santiago Calatrava los visitantes cuentan con más de 26.000 metros cuadrados de exposiciones relacionadas con la actualidad científica y tecnológica
El Museo de las Ciencias Príncipe Felipe se ha convertido en un referente mundial de la ciencia interactiva y en uno de los centros más visitados del país, con más de 29 millones de visitantes desde su puesta en marcha en 2000. Su principal objetivo consiste en fomentar la curiosidad y el espíritu crítico, intentando sorprender y divertir al público a través de los contenidos que ofrece en torno al mundo de la ciencia, la tecnología y el medio ambiente.
La interactividad plena es una de sus señas de identidad, bajo el lema “Prohibido no tocar, no sentir, no pensar”. El vehículo que utiliza el Museo consta de una enorme variedad de exposiciones temporales y animaciones científicas de todo tipo que despiertan la curiosidad acerca de las nuevas tecnologías y los avances de la ciencia, generando un aprendizaje divertido en el que el protagonista es siempre el visitante, que elige dónde ha de ir y lo que quiere saber.
La diversidad de exposiciones interactivas y las numerosas actividades de divulgación que vienen desarrollándose en el Museo han culminado en un importante éxito de público, que sin duda ha respondido calurosamente a la propuesta de divulgar y difundir la ciencia y la tecnología desde la diversión y el entretenimiento, pero sin renunciar al mínimo rigor científico necesario a la hora de abordar los temas que se tratan.
En todas esas actividades de divulgación, la experiencia en directo sigue siendo la forma más estimulante y divertida de adquirir conocimiento científico. Por eso, además de las exposiciones, el Museo ofrece un completo programa de animación científica, que fomenta la participación del público y su colaboración con los monitores.
Algunas de estas animaciones tienen lugar en la zona expositiva. La intención es posibilitar al visitante la participación y la realización de preguntas. Los mensajes científicos que recogen las exposiciones se explican aquí de una manera más cercana.
Se ofrecen también animaciones en las “aulas experimentales”. Estas aulas son espacios dedicados a la realización de talleres y demostraciones más sistemáticos. En “La Ciencia a Escena”, por ejemplo, el público puede disfrutar de demostraciones experimentales espectaculares, participativas y divertidas para aprender principios científicos básicos.
Además de la oferta diaria de animaciones científicas, a lo largo del año se ofrecen programas de actividades complementarias: observaciones astronómicas, charlas y conferencias relacionadas con la ciencia y la cultura, cursos especiales para profesores, colaboración con docentes universitarios, etc.
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